Doctor de la Iglesia · Patrón del clero español
Nació en Ciudad Real el 6 de enero de 1499, en el seno de una familia bienestante. Su padre, de ascendencia judía, poseía unas minas de plata en Sierra Morena.
A los catorce años empezó a estudiar leyes en Salamanca, pero tuvo que dejarlo al cabo de cuatro años por causa de un edicto contra las personas de sangre extranjera -como su padre-, a los que se les impedía el acceso a la universidad.
Después se marchó a Alcalá de Henares a estudiar Artes y Teología. En esta etapa los padres de Juan fallecieron. También conoció a muchas personalidades religiosas, y empezaría sus albores en la espiritualidad y ascetismo cristianos.
En 1526 se ordenó sacerdote. Es de destacar ya que su espiritualidad está muy trabajada y avanzada, prueba de ello es que después de ser ordenado, vendió todos los bienes heredados y repartió el dinero obtenido entre los pobres, y se dedicó por entero a la evangelización.
Su deseo de evangelizar le hace querer ir a las recién descubiertas américas -1492dC-, pero el arzobispo de Sevilla le ordena que se dedique a la evangelización de Andalucía.
Empieza a mostrarse como predicador excelente, de oratoria sublime y mucho éxito entre las gentes.
Ello provocó la envidia de algunos y un entramado de denuncias de erasmismo -véase anexo adjunto-. En 1531, fue llevado finalmente ante la inquisición de Sevilla, encargada de defender la doctrina católica ante la amenaza protestante incipiente. Allí estuvo encarcelado casi dos años y finalmente procesado.
Erasmismo: El erasmismo fue una corriente ideológica y estética dentro del humanismo renacentista, centrada en las ideas del holandés Erasmo (1466-1536).
A destacar aquí: busca una espiritualidad interior libre de supersticiones y de sobrecargas exteriores; defensa de una jerarquía menos hipócrita y más abierta.
El erasmismo finalmente fue visto por la inquisición como una herejía y como una vertiente del protestantismo.
Fue absuelto en su veredicto final -demostrada la falsedad de sus acusaciones-, y se puede decir que es por entonces que empieza su etapa dorado tal como la conocemos. Veamos algunos puntos:
En 1554 enfermó, peró su espíritu animoso le hizo seguir activo todavía quince años más, hasta que finalmente empeoró inevitablemente y falleció el 10 de mayo de 1569, en Montilla, donde está enterrado.
Audi Filia. La obra más célebre de su repertorio. -para descargar véase links en la columna lateral-
Empezada ya durante el tiempo en que estuvo encarcelado por la inquisición -1532-
Se trata de un comentario al salmo XLIV, las primeras palabras del cual en latín, son precisamente 'Audi fili, et vide...'.
Publicado en 1556. Esta obra puede considerarse un verdadero compendio de ascética. Altamente valorado por el mismo rey Felip II. El Cardenal de Astorga, arzobispo de Toledo dijo que con esta obra 'había convertido más almas que letras tiene'.
No hay en todo el siglo XVI autor de vida espiritual tan consultado como Juan de Ávila, gracias primerarmente al éxito de esta obra.
Epistolario espiritual para todos los estados. Colección de cartas ascéticas dirigidas a gran diversidad de destinatarios. 1578
Santísimo Sacramento.
Protestantismo: Corriente religiosa cristiana que tuvo su origen en las ideas del alemán Martín Lutero en el siglo XVI; se caracteriza por creer que la salvación no depende de las obras sino de la fe y por considerar la Biblia como la única fuente de todas sus enseñanzas; defiende la igualdad esencial de todos los miembros de la Iglesia y solo tiene dos sacramentos, el bautismo y la eucaristía.
Del conocimiento de sí mismo.
Contemptus mundo nuevamente romançado. 1536
Advertencias al Concilio de Toledo, para aplicar los decretos tridentinos.
Tratado sobre el Sacerdocio. Doctrina acerca del sacerdocio.
Comentario a la Carta a los Gálatas. 1537
Doctrina cristana. 1554
Memorial a Trento. Acerca del Concilio de Trento. 1551 - 1561
Se le atribuyen también el Soneto a Cristo Crucificado - de gran valor literario y místico histórico-.
Webs
Libros
Apóstol de Andalucía
el Clero español te aclama,
y al resplandor de tu vida
en celo ardiente se abrasa,
y al resplandor de tu vida
en celo ardiente se abrasa.
Tu afán predicar a Cristo,
tu amor la Iglesia y las almas,
de Pablo el fuego divino
prendido va en tu palabra.
Fuiste padre de santos sin par,
fuiste de almas seguro mentor,
los caminos de España al cruzar
de tu vida y tu lengua el clamor
sacerdotes logró suscitar
y, templados de Cristo al amor,
a los pueblos hicisteis entrar
al camino que lleva hasta Dios.
Acudimos al pie de tu altar,
Aclamándote nuestro Patrón,
Con afán de quererte imitar,
¡Oh, dechado del Clero español!;
Repitiendo tu vida ejemplar,
Lograremos volver por tu honor,
Y las almas podrán encontrar
El sendero de luz y de amor.
No me mueve, mi Dios, para quererte
el Cielo que me tienes prometido
ni me mueve el Infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.
Tú me mueves, Señor. Múeveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido;
muéveme ver tu cuerpo tan herido,
muévenme tus afrentas, y tu muerte.
Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera,
que, aunque no hubiera Cielo, yo te amara,
y, aunque no hubiera Infierno, te temiera.
No me tienes que dar porque te quiera,
pues, aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.
Doctor del Amor Divino,
Maestro, predicador,
contigo fiel peregrino,
recorremos el camino
de la fe, con nuevo ardor.
Juan de Ávila, testigo
del Verbo Eterno encarnado,
amigo del buen Amigo,
tu vida creció al abrigo
de Cristo crucificado.
Se ganan con las rodillas
las almas para el Señor,
con tus palabras sencillas
hizo Cristo maravillas,
sepan que Dios es amor.